Cada
paisaje conforma nuestra esencia, creo que las orillas del Paraná, nos
enseñan con el fuir de la corriente la fuerza de vida creativa para una
realidad siempre mejor.
Salir
a dibujar nuestra ciudad es conocerla para saber de la historia, lo que
hemos construido y lo que podemos construir para la inclusión y la
armonía. Descubrir sus tesoros, los espacios, su gente, sus trabajos,
registrar nuestra realidad para
comprenderla y así poder proponer situaciones superadoras. Toda esta
acción hecha con el sentimiento que pasa por la mano y dibuja
registrando lo que más nos interesa, cuestiona, alegra o aflige, dibujar
poniendo el cuerpo y el alma en el compromiso de nuestra realidad.
Lo
más hermoso será el crecimiento del conocimiento y la fraternidad que
haremos con nuestros compañeros de aventuras, pues el hacer juntos algo
con la misma pasión y las mismas búsquedas da unión y camaradería,
sentido de hermandad e intercambio de afectos que en última instancia es
lo que deseamos todos los hombres.
Amando a nuestra ciudad y dibujándola, nos estamos encontrando codo a codo, amigos, en la ribera del Paraná.
Arq. Roberto Frangella, septiembre de 2012
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